Nicaragua se encuentra de nuevo azotada por la sequía que afecta a Centroamérica y que afecta ya a más de 2,5 millones de personas que se están viendo amenazadas por la inseguridad alimentaria y la desnutrición.

Cuando todavía son patentes los desastrosos efectos del fenoméno del Niño que asoló a Nicaragua en 2014, el país centroamericano se enfrenta a una nueva situación de sequía que está afectando seriamente sectores productivos prioritarios como la agricultura y ganadería, por segundo año consecutivo miles de familias que viven del cultivo de sus tierras están perdiendo las cosechas por falta de agua.

La escasez de lluvia, además está poniendo en riesgo directo a más de 40.000 personas, aunque aún no hay cifras oficiales. La escasez de alimentos comienza a hacer estragos en la población del llamado “corredor seco”, que incluye a 33 de los 153 municipios del país, donde ya hay un alto contingente poblacional que está sufriendo los efectos de la desnutrición.

El año pasado, según el gobierno, se perdieron 45 mil toneladas de arroz y unas mil reses se murieron por falta de agua. Mientras que este año las reservas de comida de las comunidades rurales o campesinas se encuentran ya al mínimo. La producción de frijol y maíz está quedando prácticamente en cero, mientras el agua de consumo humano también es escasa porque las fuentes subterráneas de agua han disminuido su capacidad y en el caso de los pozos, también, un 40 por ciento de estos, se han secado”.

Desde la ONG Ayudemos a un@ Niñ@ se han reforzado los programas de su Area de Seguridad Alimentaria con acciones enfocadas a intentar paliar esta situación de emergencia: En el programa de apoyo a centros escolares se han aumentado el número de centros educativos que recibe alimentos para sus comedores escolares a 23 con la incorporación de dos escuelas de infantil rurales (Preescolar el Jardín en Hato 3 y Preescolar Puerto Mática en Poneloya) y la Escuela de Primaria Oscar Pérez en Telica.

Así mismo se ha incrementado la dotación de complementos nutricionales en el entorno escolar, en particular leche, mientras que el programa de Atención Social está incrementando el aporte de raciones alimenticias (arroz, fríjol y pasta) a problación en situación de extrema vulnerabilidad social y con riesgo grave de desnutrición.

Según los responsables de Ayudemos a un@ Niñ@ "la situación va a empezar a agravarse en los próximos meses ya que la subida de precios de la alimentación básica debido a la escasez, va a restingir el acceso a productos básicos de cada vez un mayor número de personas sin recursos, tanto en áreas rurales como urbanas", al mismo tiempo desde el organismo no se descarta implentar nuevas acciones y prolongar el apoyo a lo escolares fuera del horario lectivo.