Rompe el c&iacutculo de la pobreza

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Con un donativo a partir de un euro puedes conseguir nuestro "Calendario Solidario", hay dos modelos para elegir, los fondos recaudados irán destinados a nuestros proyectos de las Areas de Educación, Salud y Seguridad Alimentaria en Nicaragua.

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Hacer tu donativo es tan fácil como marcar el número 905 45 54 45 y estarás donando un euro, si lo prefieres puedes enviar un SMS con la palabra "ROMPE" al 27565 y también harás una aportación, (El coste máximo de la llamada es de 1,45 euro (Red fija), 2 euros(red móvil). Imp.Inc. Servicio de ocio y entretenimiento prestado por Asoc. Ayudemos a un Niño).

El fenómeno de la pobreza infantil no puede ser considerado como algo marginal o sectorial, es una poblemática que afecta e implica a toda la sociedad. El hecho de no contar con un contingente poblacional formado, reduce las capacidades productivas de un país, lo que compromete el grado de bienestar de sus habitantes, además de poner en riesgo un futuro próspero y equitativo para todos y todas sus ciudadanos/as.

Esta realidad es especialmente cruda en países como Nicaragua. El grupo poblacional de niños y niñas pobres en este paós es mucho mayor que el resto de grupos sociales que sufren esta lacra, además las desigualdades sociales son mayores en esta sociedad y por tanto sus oportunidades se ven mucho más mermadas teniendo en cuenta además que su paós de por sí cuenta con menores recursos bósicos, esto se traduce en un menor acceso a los servicios fundamentales que en otras sociedades están asegurados como son la alimentación, salud, educación, vivienda o protección social.

La inversión social es primordial a la hora de erradicar la pobreza, es más importante que nunca ofrecer servicios de calidad y garantizar a los hogares los recursos necesarios para obtener un trabajo que asegure los ingresos necesarios para asegurar un horizonte digno.

Estos servicios deben incluir una Educación de calidad porque el acceso a la escuela propicia el desarrollo de habilidades y la adquisición de conocimientos que proporcionan las herramientas necesarias para acceder a un buen trabajo que repercutirá en los niveles de bienestar, en la salud y la esperanza de vida, así mismo, la formación, genera personas participativas e implicadas en su propio desarrollo hacia una sociedad más justa.

Así mismo podemos dar una nueva dimensión a la escuela para convertirla en un espacio de dinamización social donde, ademós de atender las necesidades educativas de niños y niñas, también se puedan llevar a cabo intervenciones asistenciales: garantizar al menos una comida completa al días, actividades de salud preventiva, facilitar el acceso a libros de texto y útiles escolares o la ampliación de la cobertura y medios en los centros. Estas propuestas son básicas y suponen un gasto no sólo asumible, sino necesario, porque se trata de invertir en el futuro de nuestra infancia.

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La pobreza infantil.

Niños, niñas y adolescentes es a quien más afecta el fenómeno de la pobreza, en regiones como América Latina la infancia presenta unos índices baste considerables, muy por encima de otros grupos de edad. En España las cifras también han aumentado durante la crisis en més de un 10%, se estima que en la actualidad más de 2.200.000 niños y niñas son pobres en nuestro país, está claro que es necesario visibilizar una situación que hasta el momento estaba oculta ya que no hemos contemplado el impacto de la pobreza en niños y niñas.

La infancia es el período de la vida de una persona definida por el desarrollo de sus capacidades físicas, mentales y emocionales, a su vez podemos distinguir tres etapas críticas en la misma: hasta los 3 años se produce casi la finalización del desarrollo mental, se forman las capacidades del razonamiento, habla, aprendizaje y pensamiento, es decir la bases de sus futuras coductas. La segunda fase se cierra a los 10 años en la que termina de establecerse la capacidad de aprendizaje básico, y finalmente a los 15 años es cuando las capacidades físicasy reproductivas alcanzan el punto de maduración; a partir de este momento será cuando nivel de salud obtenido durante la infancia determinará el grado de desarrollo alcanzado. En definitiva podemos decir que los primeros 15 años de una persona determinarán sus capacidades y habilidades futuras, hecho que en otros grupos de población no ocurre y por tanto hace necesario una actuación diferencial sobre el fenómeno de la pobreza infantil.

Otro factor a tener en cuenta es que la vulnerablidad es mayor en niños, niñas y adolescentes, a diferencia de los/as adultos/as, los/as menores además de privación de condiciones materiales y servicios, son más susceptibles de sufrir violencias, ya que sus derechos fundamentales (sobrevivencia, salud, educación, alimentación, protección, etc.) no están garantizados.

También se produce otro hecho diferencial, y es que en los hogares pobres que cuentan con menores o personas dependientes es mayor el riesgo de vulnerabilidad y menor el nivel de ingresos, esto se debe a que en la mayoría de los casos son las madres o hermanas mayores quienes se queda al cuidado en exclusiva de niños y niñas de estos hogares porque no pueden hacer uso de recursos externos, ello supone una merma considerable en la capacidad de obtener ingresos económicos ya que este trabajo de mantenimiento, que es fundamental para el sostenimiento de la sociedad, no obtiene remuneración, ni tan siquiera es reconocido como tal.

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