• Noticias

El juego es algo más que una actividad lúdica, es también una forma de aprendizaje para la socialización de niños y niñas, es por ello fundamental introducir en el mismo los valores de solidaridad y cooperación, como forma de fomentar la participación activa y el empoderamiento infantil en los procesos de cambio que conduzcan a una transformación social.

Desde Ayudemos a un@ Niñ@ potenciamos la educación en valores entendiéndola como una herramienta para fomentar responsabilidad individual y colectiva ante los problemas de la sociedad, potenciar el análisis de los mismos y generar una actitud crítica y el compromiso de mejorar el mundo en el que vivimos. El último proyecto que estamos realizando en más de una veintena de centros escolares de los Departamentos de León y Chinandega en Nicaragua tienen como objetivo atender las necesidades psicosociales identificadas por los/as docentes en su aula. Así como proporcionarles herramientas didácticas para facilitar los procesos de resiliencia y fomentar la cultura de paz.

Estos recursos didácticos utilizan una actividad tan cotidiana como el juego como una experiencia formativa de gran utilidad que ayuda a iniciar nueva dinámicas sociales encaminadas a fomentar prácticas de buentrato, así como la creación de espacios lúdicos, de cuidado y protección para el alumnado. Esta propuesta permite, además de desarrollar nuevos aprendizajes, la práctica de las relaciones interpersonales y la transmisión de valores como la integración, la creatividad, la resolución pacífica de conflictos, la comunicación o el fomento de la igualdad y la autoestima.

Así mismo si introducimos la importancia de que los juegos tengan clara vocación cooperativa, estamos potenciando valores comprometidos con la gobernabilidad y la cultura democrática, potenciando el ejercicio de la libertad, participación, tolerancia, respeto y solidaridad.

No podemos olvidar que el juego es un excelente reproductor de las relaciones humanas, ayudan a definir la identidad de las personas y fomenta vínculos y conexiones libres de prejuicios y seguras a la hora de reproducir situaciones vitales a las que se pueden ver expuestos/as niños y niñas. Ayuda a canalizar emociones, expresar miedos, ideas y deseos, todo ello en un contexto protegido y dirigido a que los/as menores se diviertan y den rienda suelta a su espontaneidad