El "hambre oculta" afecta a la mitad de niños y niñas del planeta

Según datos de Unicef, al menos 1 de cada 3 niños y niñas menores de 5 años padecen desnutrición o tiene sobrepeso, y 1 de cada 2 padece hambre oculta, lo que interfiere en el desarrollo y crecimiento de millones de niños y niñas.

El pasado mes de octubre el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicó el resumen ejecutivo del “Estado mundial de la infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición. Crecer bien en un mundo en transformación”. El eje vertebrador de este documento se centra en la infancia, la alimentación y la nutrición.

En los últimos 20 años se han realizado muchos progresos pero son aún insufientes ya que un tercio de niños y niñas menores de 5 años presentan desnutrición (retraso en el crecimiento, emaciación o sobrepeso), mientras que dos tercios están en riesgo de desnutrición y hambre oculta debido a la mala calidad de sus dietas. Queda en evidencia que nuestro sistema alimentario falla ya que es incapaz de proporcionar un modelo alimenticio que contribuya a que niños y niñas crezcan de forma saludable.

El caso es que desnutrición, hambre oculta y sobrepeso están coexistiendo en un mismo techo, comunidad o país, es lo que se conoce la triple carga de la desnutrición, una carga que amenaza la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de niños y niñas, así como las economías y las sociedades y que sigue incrementándose.

 

Las causas de esta situación tan preocupante son variadas: por un lado el proceso de globalización ha cambiado nuestros hábitos alimentarios, así como la forma de cultivar los alimentos y su comercialización. En los últimos años ha aumentado la cantidad y variedad de los alimentos lo que ha llevado a que, en muchos casos, se han ido abandonando dietas tradicionales (generalmente más saludables) a favor de los nuevos alimentos, siendo en su mayoría ultraprocesados con un alto contenido de grasas saturadas, azúcar y sodio y bajos en nutrientes esenciales y fibra.

Otra causa se deriva de la situación de emergencia climática en la que nos encontramos por el calentamiento global y que afecta directamente, la producción de alimentos y el acceso a los mismos para las familias rurales, las situaciones climáticas adversas como la sequía o las lluvias torrenciales son causantes de la mayoría de los daños y pérdidas en la agricultura. En áreas donde las personas dependen de un solo cultivo básico aumenta la inseguridad alimentaria y obliga a las familias a abandonar sus granjas y mudarse a zonas urbanas, donde los alimentos procesados y los estilos de vida sedentarios son comunes. Además el incremento de la producción industrial de alimentos en detrimento de las explotaciones familiares o de subsistencia, dispara exponencialmente el calentamiento global.

 

La influencia de los entornos alimentarios, entendidos como todos los factores que influyen en la elección de alimentos de una familia: disponibilidad local, nivel de ingresos o familiaridad en la selección. En los contextos urbanos son los ingresos lo que a menudo determinan lo que comen las familias, en ellos la comida envasada o ultraprocesada se hace más accesible económicamente que la saludable como frutas o verduras.

Un aspecto importante del entorno alimentario, y que constituye una influencia importante en la dieta de niños y niñas, es la comercialización de alimentos. La forma de anunciarlos, el envasado atractivo y las campañas digitales que tienen como objetivo a los/as más pequeños/as están aumentando la demanda de comida basura, alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. Relacionándose el consumo de los mismos con el incremento de la obesidad infantil

Además con la aparición del marketing digital el cambio de hábitos en la población más joven se ha acelerado. A nivel mundial, se estima que uno de cada tres usuarios de Internet es menor. Los smartphones suponen un nuevo canal directo de publicidad sin filtros para la venta de alimentos a niños y niñas, no están sujetos a las mismas restricciones que la televisión, ya que el bombardeo de mensajes puede ser constante.

Sin una regulación efectiva, de este tipo de publicidad no es posible la protección de los/as menores. La OMS ya ha expresado su preocupación por el incremento de la obesidad infantil e insta a los estados a que generen estrategias específicas y comprometidas para acabar con ella y promover una mejor nutrición.

Desnutrición y pobreza

No podemos olvidar que niños y niñas que viven en pobreza extrema en países de bajos ingresos, especialmente en áreas remotas, tienen más probabilidades de sufrir desnutrición, su acceso a recursos como agua potable, saneamiento y atención médica no está garantizado. Así mismo también afecta a su escolarización, pues es más probable que no terminen la escuela, su salud sea más precaria y, en última instancia, más probabilidades de permanecer en la pobreza.

La desnutrición también afecta con mayor intensidad a niños y niñas que viven en la pobreza en los países de altos ingresos, donde la obesidad infantil es más común en familias con bajos niveles de educación e ingresos, como hemos comentado, los alimentos saludables son más caros que las opciones poco saludables, lo que repercute de forma negativa en su desarrollo y crecimiento, confinándolos en los ciclos de pobreza y desnutrición que pueden abarcan generaciones, ya que también se heredan.

El retraso en el crecimiento en los primeros 1,000 días se asocia con un peor rendimiento en la escuela, más probabilidades de enfermarse y aumentar el absentismo escolar. El hambre oculta puede causar ceguera (deficiencia de vitamina A), afectar el aprendizaje (deficiencia de yodo) y aumentar el riesgo de que una madre muera durante el parto (deficiencia de hierro). El sobrepeso y la obesidad pueden provocar enfermedades graves como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Y esta afectación del desarrollo físico y cognitivo infantil, les acompaña hasta la edad adulta, lo que pone en peligro el desarrollo de capacidades y habilidades para insertarse en el mercado laboral y pone en riesgo su futuro, esta situación también afecta al desarrollo de capital humano de las comunidades y países, lo que imposibilita un crecimiento sostenible social.

Con una buena nutrición se puede romper el círculo vicioso de la pobreza y la desnutrición, en solo una generación. Con el cuidado y la nutrición adecuados, hijos e hijas de progenitores en situación de desnutrición pueden superar esta problemática y crecer de forma saludable. Una medida prioritaria es concienciar en el entorno familiar sobre nutrición antes del embarazo, tanto para el propio bienestar de las madres como para asegurarse de que hijos e hijas tengan una nutrición adecuada en los primeros 1,000 días cruciales de la vida.

Una alimentación adecuada potencia un crecimiento sano, el cual está relacionado con mejoras en el aumento de las tasas de matrícula escolar, asistencia y rendimiento en áreas como las matemáticas y la lectura. La inversión para abordar la problemática de la desnutrición es importante, pero realizable, ya que en comparación con el gasto anual en publicidad de la grandes multinacionales de alimentos y restaurantes, se queda en un gasto pequeño, además los beneficios para el progreso de las sociedades que conlleva es incalculable.

 

Qué hacemos en Ayudemos a un@ Niñ@ para luchar contra la desnutrición infantil

El Area de Seguridad Alimentaria de Ayudemos a un@ Niñ@ tienen como misión que niños y niñas puedan comer todos los días en su escuela, de esta forma queremos incrementar la retención escolar y mejorar el rendimiento académico al evitar que niños y niñas accedan a los centros escolares con hambre. Las actividades que realizamos en este área son:

  • Garantizar el abastecimiento de comedores escolares, velando por proporcionar un aporte alimenticio nutricionalmente adecuado y apropiado para niños y niñas en edad escolar.
  • Actividades de salud preventiva escolar, que incuyen iniciativas como campañas de desparasitación, fluorización, control de crecimiento, charlas de nutrición y salud oral, etc.
  • Promoción de huertos escolares y la evolución de los mismos hacia otras posibilidades más viables y sostenibles como la reforestación del espacio escolar con árboles frutales que además de mejorar las condiciones medioambientales de los recintos, pueden proveer de mas insumos a incorporar en la Alimentación Escolar.
  • Programa de formación de madres y padres que estamos desarrollado se centra en mejorar las capacidades en temas de gestión de recursos, prácticas higiénicas y manipulación de alimentos.

 

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