La guerra entre Ucrania y Rusia plantea un nuevo desafío a uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles

El número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles establecidos por la Organización de las Naciones Unidas propone “Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas”.

Por Mariana Ruiz

El número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles establecidos por la Organización de las Naciones Unidas propone “Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas”.

En estos tiempos tan convulsos no podemos dejar de lado el momento que Europa está atravesando. La posibilidad de llegar a una solución en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania se percibe cada vez más lejana. Mientras tanto, la sociedad civil se moviliza para prestar ayuda solidaria y para pedir una y otra vez la tan ansiada paz.

Además de la coyuntura actual, este ODS se enfrenta a sus propios enemigos. Uno de estos es el acceso limitado a la justicia sobre todo en los países en más vulnerables. La inseguridad jurídica ocasiona fisuras en el orden social que ocasiona que los ciudadanos y las ciudadanas se sientan inseguridad. Justamente la inseguridad es otro de los puntos a los que se enfrenta este Objetivo y que perjudica especialmente a las personas más vulnerables.

Mientras los gobiernos, instituciones, organizaciones no gubernamentales y otros actores sociales, trabajan en pos de la promoción de la paz y la inclusión, Europa experimenta en su propio suelo una migración interna que nunca hubiera imaginado.

El número de personas refugiadas se acelera. Antes de la guerra entre Rusia y Ucrania, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) contabilizaba en más de 70 millones las personas que huyen de las guerras, las persecuciones y los conflictos. Ese número se incrementa día a día.

En este momento el número de refugiados y refugiadas ucranianas sobrepasa a los 3,4 millones. Y sólo dentro de Ucrania son más de 2 millones las personas obligadas a desplazarse.

Dentro de este ODS figura un punto central que es el de la lucha contra la trata de personas. En la frontera entre Ucrania y Polonia son varias las organizaciones humanitarias que se dedican a informar a las personas que cruzan, cuáles son los peligros con los que se pueden encontrar. Siempre hay alguien que se beneficia en las guerras, y ésta no es la excepción.

Cabe mencionar también en este texto otras crisis humanitarias que obligan a gente a tener que dejar sus hogares. Un ejemplo entre muchos es es el de las personas exiliadas de Siria y de Afganistán que viven en situación de asilo en los campamentos de la isla griega de Lesbos desde hace años, sin que se les haya proporcionado una solución definitiva. La situación de indefensión que producen la invisibilización de estas problemáticas también está contemplado en el ODS número 16.

Sería interminable el listado de situaciones donde las personas están experimentando en distintos países del mundo conflictos armados, violencia legal o injusticias, pero es el objetivo de Naciones Unidas lograr cambiar estas estadísticas para que en 2030 algunos de estos países hayan cambiado su actitud.

Mientras parece claro para las personas que habitan este planeta que la paz y el diálogo es la única solución a los conflictos, los gobiernos parecen dudar de su eficacia. El diálogo mencionado no llega a formar parte de la agenda política mundial. Pero son mayoría las voces que piden por la paz en un mundo en constante combustión para mantener la esperanza intacta en que el cambio es posible.

Volver a Noticias