Día Mundial de la Pobreza: Lejos de la pobreza cero

Si se mantienen las tendencias actuales, solo un tercio de los países habrá reducido su pobreza nacional a la mitad en 2030 según el último informe sobre el cumplimiento de los ODS que ha publicado ONU.

Los días 18 y 19 de Septiembre Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno se reunieron en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para examinar la aplicación de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como para proporcionar orientación política de alto nivel sobre medidas transformadoras y aceleradas que culminen en el año 2030 para alcanzar los Objetivos. 

Pero el panorama no es muy halagüeño, según el informe sobre cumplimiento de los ODS 2023 publicado por ONU, sobre todo si hablamos del Objetivo Nº 1 «Fin de la Pobreza».

Según el documento si se mantienen las tendencias actuales, 575 millones de personas seguirán viviendo en la pobreza extrema y solo un tercio de los países habrán reducido a la mitad sus niveles nacionales de pobreza para el año 2030. Todo ello a pesar de la expansión de la protección social durante la crisis de la COVID-19

Más de 4000 millones de personas continúan sin protección alguna. Muchos de los grupos vulnerables del mundo, incluidos las personas jóvenes y ancianas, todavía no cuentan con una cobertura de los programas obligatorios de protección social, siendo estos imprescindibles para cumplir con el compromiso crucial de acabar con la pobreza y no dejar a nadie atrás, por lo que es esencial redoblar las medidas y la inversión para incrementar las oportunidades económicas, mejorar la enseñanza y ampliar la protección social para todos y todas, en particular a las personas más excluidas.

La pobreza extrema, que en la actualidad se considera como vivir con menos de 2,15 dólares por persona por día. Hasta 2017 se consideraba que estaba en descenso, pero los acontecimientos de los últimos años ha revertido los progresos. En el año 2020, el número de personas que vivían en pobreza extrema aumentó a 724 millones, lo que significa que sobrepasó en 90 millones la proyección anterior a la pandemia y revirtió aproximadamente tres años de progreso en la reducción de la pobreza. El conflicto en Ucrania ha perturbado el comercio mundial, lo que ha provocado un aumento de los costos de vida afectando de forma desproporcionada a las personas más pobres. Además, el cambio climático plantea amenazas sustanciales para la reducción de la pobreza. El 8,4 % de la población mundial, es decir, 670 millones de personas, siguen viviendo en la pobreza extrema a finales de 2022. Si se mantienen las tendencias actuales, se estima que el 7 % de la población mundial —unos 575 millones de personas— continuará viviendo en la pobreza extrema en 2030, la mayoría en África subsahariana. Esta proyección representaría una insuficiente reducción de la pobreza de menos del 30 % desde 2015.

Por eso ha sido fundamental esta Cumbre de septiembre que adoptó una declaración política que se centra en proporcionar una nueva hoja de ruta para volver a encaminar al mundo hacia los logros de la Agenda 30, ya que la consecución de los ODS está en peligro, siendo necesario adoptar medidas audaces y acciones ambiciosas, aceleradas, justas y transformadoras, siendo pilares fundamentales establecer nuevos compromisos de financiación y la ampliación sin paliativos de la protección social hacia la población y un mundo que se enfrenta a más retos que nunca.


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