Los humedales y las personas, una vida entrelazada

El día 2 de Febrero es el Día Mundial de los Humedales El tema para este año se titula «Los humedales y el bienestar humano» con el fin de dar a conocer cómo aspectos como la salud física, mental y ambiental, entre muchos otros, están ligados a la salud de los humedales del mundo. 

Los humedales son ecosistemas biodiversos y esenciales, constituyen un importante hábitat de todo el planeta que hace posible la vida en la Tierra. Además son ecosistemas donde el agua es el principal factor controlador del medio y la vida vegetal y animal, en la actualidad cubren aproximadamente el 6 % de la superficie terrestre.

Pueden ser de agua salada o dulce, continentales o costeros, naturales o artificiales, permanentes o temporales, estáticos o corrientes.

Humedales de agua dulce: ríos, lagos, estanques, llanuras de inundación, turberas, marismas, pantanos.

Humedales de agua salada: estuarios, lodazales, marismas saladas, manglares, lagunas, arrecifes de coral, arrecifes de mariscos.

Humedales artificiales: estanques piscícolas, arrozales, embalses, salinas.

Uno de los factores de su importancia es que nuestra existencia depende del agua, siendo el agua dulce escasa porque supone sólo un 2.5% del total y de ella sólo el 1% es accesible, siendo en su mayoría a través de los humedales que además tienen como beneficios:

  • El suelo rico en limo y las plantas de los humedales filtran el agua de forma natural (son los riñones de la Tierra).
  • Los humedales son fundamentales para la seguridad alimentaria, ya que durante miles de años, las personas han establecido asentamientos cerca de los humedales para tener acceso a peces y a otras fuentes de alimentos, así como a agua dulce para los cultivos y el ganado. La dieta básica de más de la mitad del mundo depende de productos cultivados en humedales, más de 1.000 millones de personas de todo el mundo dependen del pescado de los humedales como su principal fuente de proteínas. Así mismo los arrozales alimentan anualmente a 3.500 millones de personas y la alimentación de las zonas de extrema pobreza de todo el mundo depende a menudo de estos ecosistemas.
  • El 95 % de las capturas de la pesca continental se producen en países en desarrollo, donde a menudo desempeña un papel nutricional vital.
  • La superficie agrícola de regadío en el mundo se ha duplicado en 50 años, siendo el 70 % de las extracciones de agua de los humedales del mundo se destinan a la agricultura, siendo el riego especialmente importante en regiones donde las precipitaciones son limitadas o irregulares.
  • La acuicultura es el sector de producción alimentaria de más rápido crecimiento.
  • Nuestra salud depende del buen funcionamiento de los ecosistemas, incluidos los humedales, estos últimos ofrecen servicios que promueven muchos factores determinantes de la buena salud como el agua limpia, seguridad alimentaria y variedad nutricional, aire limpio, medicamentos, estabilización climática, protección contra condiciones meteorológicas extremas .

Un mejor manejo de los humedales del mundo puede contribuir a suministrar agua potable limpia, reduciendo drásticamente los problemas de salud y la mortalidad infantil. Ya que si partimos de un enfoque basado en vincular a las personas, los animales y el medio ambiente en “Una sola salud”, puede ayudar a abordar todo el espectro del control de enfermedades —desde la prevención a la detección, la preparación, la respuesta y la gestión— y contribuir a la seguridad sanitaria mundial.

Los humedales contribuyen a las economías de todo el mundo.

Proporcionan empleo y ayudan a erradicar la pobreza, ya que alrededor de 1 de cada 8 personas (>1.000 millones en todo el mundo) se ganan la vida en los humedales, de formas que también proporcionan alimentos, suministro de agua, transporte y recreación. El cultivo del arroz es la principal fuente de empleo en los humedales; aproximadamente el 80 % del arroz mundial vienen de las pequeñas explotaciones agrícolas, y las vidas de más de 660 millones de personas dependen de la pesca y la acuicultura.

Los sectores de viajes y turismo mantienen 266 millones de puestos de trabajo, que representan el 8,9 % del empleo total mundial y alrededor de la mitad de los turistas internacionales buscan relajación en zonas de humedales, especialmente en zonas costeras.

Los ríos y las vías de navegación interiores son esenciales para la industria del transporte. Redes inmensas y grandes dotaciones suministran agua potable y eliminan y tratan las aguas residuales.

Los humedales protegen contra el cambio climático.

Nos ayudan a mitigar el cambio climático y sus efectos y a adaptarnos a ellos, ya que a lo largo de las costas, los humedales protegen al 60 % de la humanidad contra mareas de tempestad, huracanes y tsunamis. También se almacena más carbono que cualquier otro ecosistema del planeta. Entre ellos se incluyen manglares, marismas intermareales y praderas marinas, solamente las turberas que cubren el 3 % de la superficie terrestre mundial pueden almacenar aproximadamente el 30 % del carbono terrestre: el doble que todos los bosques del mundo.

Los humedales además almacenan millones de litros de agua de crecida, ayudando a reducir las inundaciones y a retrasar y aliviar las sequías y los humedales costeros, inundados regularmente por aguas mareales, capturan y almacenan carbono hasta 55 veces más rápido que las pluviselvas tropicales.

A pesar de estos grandes beneficios, los humedales son uno de los ecosistemas que sufren mayor deterioro, pérdida y degradación, y se prevé que esta tendencia negativa continúe como consecuencia del rápido crecimiento de la población, la producción y el consumo insostenible, el desarrollo tecnológico y el cambio climático.

Con una pérdida del 35% a nivel mundial en los últimos 50 años, los humedales son nuestro ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.

Entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales están el drenaje y relleno para usarlos para agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático.

Este círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados y agudización de la pobreza es el resultado de una forma de pensar que, de forma errónea, ve los humedales como meros terrenos baldíos en lugar de considerarlos fuentes de vida, empleos, ingresos y servicios ecosistémicos esenciales. Uno de los retos clave pasa por cambiar la mentalidad de la gente y alentar a los gobiernos y a las comunidades a valorar y priorizar los humedales.

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