La falta de fuentes de energía modernas tiene otras consecuencias para las mujeres y las niñas, que a menudo son las principales encargadas de administrar la energía en los hogares. Pueden pasar varias horas al día recogiendo combustible o transportando cargas pesadas. En los hogares que utilizan combustibles sólidos para cocinar, las niñas dedican un promedio de 18 horas semanales a la recogida de combustible. Sin embargo, las mujeres participan sólo marginalmente en los sectores que producen fuentes modernas de energía renovable, donde únicamente representan el 22 por ciento de la fuerza laboral.
La mayor demanda de energía limpia y soluciones de bajas emisiones de carbono están impulsando una transformación sin precedentes en el sector energético. Pero las mujeres están quedando fuera. En 2019, estas conformaban solo el 22% del total de la fuerza laboral del sector de las energías tradicionales y ocupaban apenas el 14% de los cargos directivos. La representación de las mujeres en la gestión ejecutiva es más alta en los servicios en un 17,1% y más baja en la industria del carbón en un 10,6%. Las mujeres que ocupan dichos cargos tienen mayor nivel de instrucción que los hombres, lo que sugiere que es posible que estas necesiten trabajar más o demostrar mayores capacidades para obtener un ascenso. El 15% posee un título de doctorado, en comparación con el 12% de los hombres; el 36% posee una maestría, en comparación con el 34% de los hombres. A pesar de estos datos no existe una meta que incluya la importancia de superar la discriminación de las mujeres en el sector enegético, esta situación constituye una prueba más de la marginación que tienen las mujeres en este sector pese a su importancia en el mismo tanto como consumidoras como productoras.
la vulnerabilidad asociada a la pobreza energética aumenta hasta el 31,8% en el caso de los HOGARES LIDERADOS POR MUJERES. Se incrementa hasta el 44,6% en los hogares unifamiliares de MUJERES MAYORES DE 65 AÑOS, o hasta el 51,2% en el de los hogares monoparentales con uno o más hijos a cargo.
Es prioritario disponer de datos desagregados por sexos sobre los hogares que sufren POBREZA ENERGÉTICA, así como de dotar del presupuesto necesario para luchar contra la Pobreza Energética, incorporando la mirada de género.
Enchufa los electrodomésticos en una regleta y desconéctalos por completo cuando no los utilices, incluso su ordenador.
La televisión y la pantalla del ordenador ya emiten una luminosidad cómoda, así que apague las otras luces si no las necesita.
Dile a papá y mamá que en casa se pueden instalar paneles solares. ¡De este modo, también se reducirá la factura de electricidad!
Utiliza más la bicicleta en bicicleta, el transporte público o ve caminando a los sitios, a la vez que ahorras energía es más sano.
Siempres que puedas abre persianas y cortinas para que entre la luz natural, aprovecha los días frescos para abrir ventanas y no conectar el aire acondicionado.
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